Si te sentís cómodo en tu colchón actual,
te recomendamos buscar la misma firmeza al momento
de cambiarlo, ya que tu cuerpo tienda a adaptarse a ella.

En la escala de firmeza van desde el 1 hasta el 3. Estos colchones reducen los puntos de presión hasta casi eliminarlos. No son recomendados para bebés o para personas con un peso elevado. Aunque son suaves, no debés sentir que te hundís o que tu espalda permanece curva, porque esto puede traer consecuencias desfavorables para tu cuerpo.

Van del 4 al 7 en la escala de firmeza y son los más comunes del mercado porque no son tan blandos ni tan duros, adaptándose muy bien a casi todas las personas. Son ideales para mujeres embarazadas y bebés.

Son los que están entre el 8 y el 10 en la escala de firmeza. Se caracterizan por ser resistentes y tener una alta durabilidad, por lo que comúnmente son usados en hotelería. Se suelen recomendar a personas que tengan problemas de columna o molestias musculares y también a aquellos que tengan un peso elevado.

Este tipo de colchones cuentan con un nivel de firmeza diferente en cada lado. Son perfectos para parejas que buscan la firmeza ideal para cada uno de ellos.